Pulso.- Si se trata de aseguradora de seguros generales, desde el año 2019 se vienen experimentando altos niveles de competencia, motivados por diferentes factores. Para Elías de La Cruz, gerente general Contempora Seguros, la baja actividad económica (1,1% crecimiento del PIB) significó una menor demanda de seguros. Esto llevó al mercado a tener una mayor exigencia desde comienzos del 2020 motivado por razones externas, como el alto nivel de siniestros por catástrofes naturales a nivel mundial, tales como los tifones en Asia, los incendios en Australia, los huracanes en el caribe o la actual pandemia COVID-19.
Adicional a lo anterior, el mercado reasegurador ya desde hace un tiempo viene aplicando políticas de aumento de precio y suscripción bastante más estrictas, según Rafael Pereira, Director Ejecutivo de THB Chile Corredores de Seguros, para los riesgos que dependen de que se coticen en el mercado internacional.
En Chile, tras los eventos de octubre, hubo pérdidas relacionadas a riesgos políticos, con una pérdida histórica con la mayor alza en el mercado asegurador mundial, con números cercanos a los 3 mil millones de dólares. Los efectos en la industria de seguros generales tuvo impactos importantes, con un decrecimiento en primas del 3,7% en el período enero a marzo 2020 versus el mismo periodo del año anterior, según estimaciones del informe trimestral de la Asociación de Aseguradoras de Chile.
Ante los sucesos derivados del estallido social, Pereira explica que el mercado reasegurador respondió perfectamente a la contingencia, liquidando todas las pérdidas que hubo. Pero, por primera vez, se suscribió el ramo de riesgos políticos en forma separada a partir de esa fecha de lo que es «property»: “Antes cuando cotizaban una empresa, incluía los actos maliciosos. Hoy, a raíz del evento social, se cobra a los clientes de forma independiente el costo que tiene asegurar esa cobertura particular, con límites más bajos y costes más caro, lo que afecta a los clientes”.
Desafíos actuales
Frente al panorama, los efectos de la pandemia han llevado a una menor actividad económica, que afecta a todos los tipos de seguros. Para Pereira, las cifras de marzo no son tan relevantes para el mercado asegurador, ello debido a que los primeros meses no son los principales periodos de contratación de seguros, y la tendencia a fin de año puede ser bastante fuerte.
“En general el efecto es que una empresa, al tener menos actividad, afecta directamente la contratación de seguros, tales como seguros de ingeniería, transporte, de vida y salud”, describe.
La baja actividad económica naturalmente va a golpear al mercado de seguros, aunque no inmediatamente. Ambos expertos coinciden en que el decrecimiento va a ser más notorio en el período enero a junio 2020 versus mismo periodo del año anterior, siguiendo la tendencia de muchas industrias del país.
En ese sentido, Elías de la Cruz asegura que hay que poner atención en que la gran mayoría de las compañías renuevan sus contratos de reaseguro en julio de 2020, con lo cual ya se está viendo un mayor grado de dificultad en conseguir términos competitivos por parte de los reaseguradores, especialmente en seguros de Property, por la cobertura de riesgo político principalmente, y también para seguros de Garantía y de Crédito, por la mayor cantidad de empresas que, o bien entrarán en un proceso de reorganización o bien quebrarán derechamente.
Si se trata de desafíos, los entrevistados destacan que parte de los temas a tratar serán en relación a las coberturas para riesgos políticos, donde las empresas aseguradas buscarán condiciones competitivas, bajo un escenario que se ha visto afectado por hechos ocurridos no sólo en Chile sino que a nivel mundial. Lo otro tiene relación con el aumento del teletrabajo, que llegó para quedarse y los riesgos de ciberseguridad en las industrias, que puede afectar al patrimonio de las empresas.
Ante las pólizas relacionadas al mundo cyber, Pereira explica que es un producto que con el avance tecnológico está presente, pero no es tan contratado y adherido por las empresas en Chile. “Es una oportunidad para dar un buen producto frente a la prevención, identificando el grado de protección y de qué forma se va a solucionar”, finaliza.