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El trabajo remoto o teletrabajo ha sido una modalidad que se ha extendido en gran parte del mundo y, lógicamente, en Chile desde la propagación del COVID-19.

La modificación de la rutina laboral ha significado un cambio de paradigma que requiere disciplina y compromiso de parte de todos los trabajadores para adaptarse progresivamente a esta nueva necesidad de las empresas. Para ello el Instituto de Seguridad Laboral de Chile expone una serie de recomendaciones que ayudarán a tener una jornada de trabajo sana y segura.

Al comenzar la jornada:

– Evitar trabajar desde la cama. Así no se asumirán malas posturas, que pueden generar dolencias en la zona cervical.
– Consumir alimentos fuera del espacio establecido para el trabajo.
– Mantener limpio y ordenado el lugar escogido para trabajar.
– Establecer horarios para pausas en las que se realicen ejercicios y estiramientos.

Durante la jornada:

– Mantener la espalda apoyada (sobre respaldo o cojín).
– Colocar antebrazos sobre un mueble o cojines para que cumplan la función de apoyabrazos.
– Mantener la cabeza mirando al frente del computador a la altura de los ojos.
– Utilizar, en la medida de lo posible, teclado y mouse anexos al computador.

Al terminar la jornada:

– Cerrar correos, páginas y programas del computador.
– Moverse hacia otro lugar de la casa.
– Realizar actividades recreativas junto con niños u otras personas en la casa.

Las prácticas mencionadas para las distintas etapas de la jornada laboral ayudarán a que esta inusual modalidad de trabajo que han asumido muchas empresas sea más amena y efectiva.

La adaptación a las nuevas necesidades es una habilidad fundamental para que cualquier negocio se mantenga en 2020, justo cuando las contingencias han sido la constante y todo el mundo se enfrenta a retos inéditos.